ADISHATZ / ADIEUADISHATZ / ADIEU
Foto: Alain Monot
FRANCIA
Compañía Bureau Cassiopée
Dirección e interpretación Jonathan Capdevielle
Jonathan Capdevielle recurre a sus recuerdos de adolescencia, a sus imitaciones de Madonna y otras estrellas pop, al canto a capella. Así creó este autorretrato, esta especie de documental trata las canciones y conversaciones como notas privadas, para evocar sus raíces y familia.
TransArte es un programa creado por el Instituto Francés de París con el propósito de animar a los artistas en la difusión de trabajos que compartan la complejidad del mundo contemporáneo, integrando la permeabilidad de las distintas áreas artísticas como un recurso de riqueza y de vitalidad, abriendo paso a nuevas posibilidades de expresión.
«Una Madonna travestida en una performance exagerada: un espectáculo musical sin música, para una apología del cover. Jubiloso». Les Inrockuptibles.
RESEÑA«Cuando era adolescente, además de ser un ávido imitador, solía aprenderme y cantar los grandes éxitos, especialmente los de Madonna. En 2007, como artista invitado al Tanz im August Berlin Dance Festival, armé un repertorio “madonesco”, entrelazando otros éxitos de la música pop con canciones tradicionales de los Pirineos. Esta fiesta de canciones, interpretada en varios lugares después de Berlín, era cantada a capella y de forma espontánea, dando así un toque de intuición al contenido.
Tenía ganas de usar esta experiencia como trampolín para crear un nuevo espectáculo. Mi meta es crear un autorretrato formado por la fusión de material cantado e imitaciones. Forjando un estilo de auto-ficción para esta especie de documental que resalta los devaneos del personaje entre la vida real y las fantasías o sueños, pretendo escribir este espectáculo basado en las canciones y conversaciones que, como notas privadas, evocarán las raíces y la familia.
Las canciones como columna vertebral
¿Cómo pueden las canciones, las que son aparentemente superficiales y comunes, expresar interrogantes personales y profundas? Las canciones son la columna vertebral de este espectáculo. Son el principal modo de expresión del protagonista. Primero son musical y rítmicamente coherentes, pero gradualmente van revelando sus obsesiones, emociones y nostalgia. Las canciones son cantadas a capella, y desde un comienzo transmiten una sensación de vulnerabilidad y autenticidad del chico. La ausencia de instrumentos musicales traslada el énfasis a las palabras, las cuales resuenan como un lenguaje propio. Algunas de las canciones han sido traducidas del inglés al francés, y han sido sometidas a diversos tratamientos: distorsión, repetición, desfases, sonidos cantados, estilos mezclados (desde Madonna hasta Francis Cabrel). Me gusta la idea de dar un toque “juguetón” a la partitura de los grandes éxitos (copiar y pegar los clips musicales).
La imitación como detonante
Adishatz depende de la técnica de imitación que se suele usar como forma de entretención. Tuerzo esta técnica hasta el desorden, como si fuera un disco en blanco sobre el cual grabo partes del mundo que me rodea y constituye. Mi meta es multiplicar los contrastes, componer diferentes modos de expresión con el fin de representar diversas identidades y borronear los temas, para que el cruce de humor y seriedad logre crear un efecto de distanciamiento. La imitación es una de mis principales detonantes como actor intentando parecerme a x… y de esa manera creer y ser x. Es interesante exponer los caminos que se recorren para apropiarse de los actos y gestos de otro, así como los dispositivos para triunfar o fallar en ese intento. Esto aplica no solo para figuras “conocidas”, sino también para miembros de mi entorno cercano, familia y amigos. También tiene que ver con copiar posturas de video clips y apropiarse de códigos del pop, siempre luchando por alcanzar la mayor veracidad.
Un personaje ambivalente
En cierto momento del espectáculo, un coro de hombres aparece en el escenario. Interpretar canciones tradicionales con ellos me permite acentuar el estereotipo popular del suroeste francés, evocando mis raíces y tradiciones. La cultura pop, la cultura tarbais (de la región de Tarbes), así como la cultura de los clubs nocturnos, son la base de mis obsesiones y mi historia personal. Esta extraña mezcla de cultura local e internacional crea un paisaje que me resulta inquietante explorar. A lo largo de la obra, el protagonista es manejado con múltiples actitudes, evocando fragilidad, adolescencia o virilidad. El ambivalente personaje que interpreto devanea entre la gracia y la aspereza. El uso del travestismo me permite profundizar en la noción de soledad, mientras transmito delicadeza y sensibilidad.
El travestismo es común en hombres y mujeres, pudiendo usarse por ambos géneros. Emite una sensación de extrañeza, de intranquilidad, que permite muchas formas diferentes de provocación y alteración. La soledad es perceptible: triste y melancólica, pero nunca trágica. Quiero trabajar con la nostalgia de las cosas para evocar recuerdos cruciales de mi identidad desde la infancia hasta la adolescencia; la nostalgia por los grandes éxitos que marcaron mi existencia y siguen resonando hoy… Quiero revivir los recuerdos y estimular la memoria de la audiencia. De esta manera, el espectáculo cobra una dimensión catártica, en la medida que la identidad del personaje es gradualmente revelada pero, probablemente, nunca quedará clara: ambivalente, complejo, divertido o triste, hombre o mujer, poderoso o frágil, en algún lugar entre la vida real y la fantasía».
Jonathan Capdevielle
Jonathan Capdevielle nació en 1976 en Tarbes, Francia. Vive en París. Estudió actuación de 1993 a 1996 en Tarbes, para luego entrar a la Ecole Supérieure Nationale des Arts de la Marionnette. Ha sido parte de diversos performances, como Personnage à réactiver, Pierre Joseph (1994); una performance con Claude Wampler (1999); Mickey la Torche de Natacha de Pontcharra (2000); Les Parieurs y Blonde Unfuckingbelievable Blond, dirigidas por Marielle Pinsard (2002); Le Golem dirigida por David Girondin Moab (2004); Le Dispariteur, Le groupe St Augustin, Monsieur Villovitch, Hamlet y Marseille Massacre (taller de creación radiofónica – France Culture), puesta en escena de Yves-Noël Genod (2004-2010).
Como colaborador de Gisèle Vienne, desde un comienzo ha actuado en todas sus obras: Splendid’s (2000); Showroomdummies (2001 y 2009); Stéréotypie (2003), dirigida por Etienne Bideau–Rey y Gisèle Vienne; I Apologize (2004); Une belle enfant blonde / A Young, Beautiful Blond Girl (2005); Kindertotenlieder (2007); Jerk, a radioplay (2007); Jerk (2008); Eternelle Idole (2009), This is how you will disappear (2010); y LAST SPRING : A Prequel (2011).
En 2007 estrenó el espectáculo-performance Jonathan Covering, durante el Festival Tanz im August (Berlín), el cual se transformó en el punto de partida para su primera creación individual Adishatz / Adieu, estrenada dos años después. En 2012, comisionado por el Far° Festival, creó Spring Rolle, un proyecto in situ con dos intérpretes, Jean-Luc Verna y Marlène Saldana.
«Los espectadores entran en la sala y se instalan en el lugar de los caballetes…. Una luz seguidora recorre los sillones hasta dar con una extraña y aislada criatura de falda escocesa, portaligas, peluca rubia, mitad Madonna, mitad Britney. Es Jonathan Capdevielle, el joven actor/performer, participante de los espectáculos de Gisèle Vienne que hace su entrada así de metamorfoseado en la escena del Théâtre de Gennevilliers, la última tarde del Festival de jóvenes creadores contemporáneos.
A capella entona una canción de Madonna, cuya versión fue entregada hace una decena de años para la película Evita. Tropezando voluntariamente en la sílaba de una palabra (“distance/tance tance/dance dance”) enlaza con Dance into the groove. Desde entonces, el espectáculo se vuelve un recital de Madonna, sin música, donde sólo la voz y las gesticulaciones dislocadas del intérprete resucitan el recuerdo de la reina del pop. Alrededor de esta Madonna travestida, dos bailarines se encuentran rápidamente en tanga y acompañan con gesticulaciones, a menudo descabelladas y divertidas, su performance exagerada.
En el último espectáculo de Gisèle Vienne, Jonathan Capdevielle, atornillado en su silla, transformaba los sangrientos relatos del escritor estadounidense Dennis Cooper (Try, Closer, Salopes) en inquietantes pequeños espectáculos de marionetas que agitaba sobre sus rodillas. Ésta vez, el marionetista es también la marioneta. Una muñeca agresiva que, de su voz posada, estridente (pero técnicamente demasiado impresionante, siempre bien ubicada) pasa por la juguera transformista algunos de los temas más populares de estos últimos veinticinco años.
Avanzando en el espectáculo de travesti, se sustituye progresivamente algo más inquietante, el sentimiento de penetrar en la pieza de un(a) adolescente obsesivo. Capdevielle habla de la gran confusión interior, la construcción de las identidades y el deslizamiento de los géneros de la música popular. Al cabo de una hora, absolutamente jubilosa, la groupie loca abandona la escena con sus bailarines. Y como se hace en las giras musicales, viene el momento de los recuerdos. Para el estreno del espectáculo, la música está sostenida en la voz. El sintetizador retumba con las Idées noires de Bernard Lavilliers, llenando la sala, y la actriz Marlène Saldana, vista en los espectáculos de Yves-Noël Genod, pastiche de la grave voz del rockero, se suma a la Madonna de Jonathan, que desgatiña sobre la voz de Nicoletta del viejo tema (“Où es-tu quand tu es dans mes bras?”). Marlène en Lavilliers, Madonna en Nicoletta, es sobre este vertiginoso juego de gran confusión de avatares y signos que se alcanza esta apología del cover como fábrica del uno mismo». Jean-Marc Lalanne. Les Inrockuptibles. 8 de julio de 2008.
Concepción y actuación Jonathan Capdevielle
Iluminación Patrick Riou
Jefe de escena y de iluminación Christophe Le Bris
Colaboración artística Gisèle Vienne
Consultor artístico Mark Tompkins
Asistente de audio Peter Rehberg
Asistente artístico de gira Jonathan Drillet
Con la participación de ECUME coro universitario de Montpellier – Dirección musical: Sylvie Golgevit – con, Paco Lefort, Jean-Luc Martineau, Tao Mezarguia, Olivier Strauss, Benoit Vuillon.
Agradecimientos a Aurélien Richard, Mathieu Grenier, Jean-Louis Badet, Barbara Watson y Henry Pillsbury
Con la ayuda de DACM y el equipo técnico de Quartz, Scène Nationale de Brest
Producción ejecutiva y reservas Bureau Cassiopée
Coproducción Centre Chorégraphique National de Montpellier Languedoc Roussillon dans le cadre de domaines (Francia) / Centre Chorégraphique National de Franche-Comté à Belfort dans le cadre de l’accueilstudio (Francia) / BIT Teatergarasjen, Bergen (Noruega)
Con el apoyo del Centre national de la Danse (Francia) por el estudio durante los ensayos
Estreno Noviembre de 2009, Centre Chorégraphique National de Montpellier Languedoc-Roussillon
Duración 50 minutos
Idioma Francés con subtítulos en español
Photo: Alain Monot
FRANCIA