DÉJATE PERDERLET THE OTHER WIN
Foto: Andrés Lagos
CHILE
Compañía Colectivo a Martillazos
Dramaturgia y dirección Francisco Krebs
Una mujer y un hombre aparecen felices en las azoteas de Santiago, recreando postales románticas del cine norteamericano. Francisco Krebs se inspira en textos de Tennessee Williams, Patrick Marber y Heiner Müller para llevar a escena el deterioro de las relaciones amorosas y los problemas del teatro actual.
«La historia de amor (torpe, enfermizo de los dos personajes) se revela, además de disfuncional, como cuestionable, como una gran mentira: los recuerdos de los personajes, su historia, el teatro mismo quedan en entredicho y en su lugar se instala un gran signo de interrogación». Sangría.
RESEÑADéjate perder, basada en textos de Tennessee Williams, Patrick Marber y Heiner Müller, presenta dos temas principales: el deterioro de las relaciones amorosas y los problemas del teatro actual. Una mujer y un hombre aparecen felices en las azoteas de Santiago, recreando postales románticas del cine norteamericano. Con esa imagen comienza Déjate perder, pieza que, jugando a boicotear la ficción a cada instante, muestra cómo la pareja juega a actuarse para evitar una separación que parece inevitable. La puesta en escena pone en jaque la teatralidad, valiéndose de distintos estilos de actuación, una escenografía que se revela falsa y atractivos recursos audiovisuales.
El texto Háblame como la lluvia y déjame escuchar de Tennessee Williams, principal exponente del realismo psicológico norteamericano, fue desarticulado en un proceso creativo que apeló a la intertextualidad como mecanismo de construcción de la dramaturgia definitiva de la obra. Aún cuando se conserva la anécdota principal planteada por Williams en relación a las terribles dificultades relacionales de una joven pareja, la dramaturgia textual es intervenida constantemente en el proceso de construcción de la puesta en escena.
En ese sentido, más allá de los textos de Williams, la obra se nutre de una selección de distintos retazos textuales de autores dramáticos posmodernos como Heiner Müller, Patrick Marber y Copi, para, en un cruce con textos del director, Francisco Krebs, estructurar su narrativa textual definitiva.
El espectáculo Déjate perder, está sustentado, en su aspecto escénico/actoral, en un proceso creativo que abordó la problemática de reconstituir la escena desde múltiples capas actorales en una constante tensión entre el universo de la representación y el de la presentación. De esta manera, ambos actores/personajes se permiten, en esta puesta en juego de su relación amorosa, dialogar desde distintas convenciones, lenguajes o estilos de actuación, que van desde un hiperrealismo psicológico, pasando por una actuación barroca o clásica, hasta incluso el teatro físico.
El instante presente de la escenificación junto al espectador busca poner en dialogo, muchas veces en tensión, la acción que ocurre en el aquí y el ahora del espacio/tiempo donde comparten actores y espectadores con las distintas proyecciones audiovisuales que se articulan como un otro eje narrativo del montaje. Se sitúa al espectador y los actores frente a una narración escénica rizomática donde los distintos planos de realidad/ficción se alinean, distancian, yuxtaponen o superponen constantemente.
Francisco Krebs Brahm es actor y director de teatro, Magíster en Artes de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Beca Conicyt). Es docente de las cátedras de Actuación y Movimiento en varias universidades del país. Es miembro fundador de la compañía Teatro de la Dramaturgia Corporal, dirigida por Amílcar Borges, quienes por más de 12 años han desarrollado una importante investigación teórico-práctica en relación al cuerpo del actor.
Como director es parte del Colectivo de Arte transdisciplinario a Martillazos, donde destacan sus puestas en escena de la obra de teatro físico de su propia autoría Eco la sombra del reflejo (Fondart) y Ángel a martillazos (Fondart), escrita por Pablo Paredes. Además, crea y dirige la instalación artística Proyecto Diógenes, con varias reposiciones durante los años 2010 y 2011. En 2012 escribe, dirige y realiza el cortometraje en stop-motion El señor Camisa y dirige la puesta en escena de la obra Déjate perder. Actualmente prepara el proyecto de instalación artística Azoteas, el re-montaje de la obra Déjate perder, y escribe y dirige el cortometraje en stop-motion El maquillador de muertos.
A Martillazos, se define como un colectivo de arte transdisciplinario. En sus tres años de existencia ha generado distintas obras artísticas en variados formatos y plataformas de exhibición. Instalaciones, videos, obras de teatro, cortometrajes stop-motion y exposiciones fotográficas forman parte del variado trabajo de este grupo que, entendiendo el estado actual del arte, pretende instalarse en el fluctuante límite entre los territorios de las artes visuales, las artes de la representación y el arte audiovisual. Dentro de las creaciones del grupo destacan las puestas en escena de Ángel a martillazos, la instalación artística Proyecto Diógenes, ambas bajo la dirección de Francisco Krebs, y la exposición Domestico, de Andrés Lagos. El quinto trabajo del grupo es la obra, escrita y dirigida por Francisco Krebs, Déjate perder que surge de una investigación escénica donde el estudio teórico, la construcción de una dramaturgia desde el interior del proceso creativo y la puesta en dialogo de esta con el lenguaje audiovisual son los ejes fundamentales para la puesta en escena.
«Déjate perder, obra escrita y dirigida por Francisco Krebs, es un gran mosaico. Se trata de un texto construido a partir de los retazos de varios textos (fragmentos de Cuarteto, de Heiner Müller, una escena de Closer, de Patrick Marber, textos de Copi, y otros del propio Krebs), todo sobre la base argumental de Háblame como la lluvia y déjame escuchar, obra escrita en 1953 por Tennessee Williams.
Déjate perder toma de la obra de Williams a los dos personajes, una pareja que pasa los días en la azotea de un edificio mintiéndose y engañándose para no aceptar que su relación amorosa está destruida. En la obra de Krebs las diferentes escenas se suceden como un juego constante de fingimientos, en donde ambos personajes (que interpretan a actores) ponen trampas al otro, lo hacen caer para postergar, a través de esa especie de juego infantil, una ruptura sentimental que parece inevitable. He ahí un primer elemento en el que se instala la fragilidad en la obra, en ese equilibrio constantemente en riesgo de romperse.
Pero la obra de Krebs lleva un poco más allá la fragilidad: cada una de las escenas de los diferentes autores es interpretada por los actores en diferentes estilos actorales, yendo desde el realismo hasta el teatro físico, todo esto con un dinamismo y una calidad interpretativa que lo hace muy entretenido, humorístico a ratos, y bastante sarcástico en más de un momento. La fragilidad se instala porque el director está constantemente proponiendo un universo ficcional, para luego desbaratarlo revelando su impostura, para finalmente proponer un nuevo universo.
La fragilidad también se instala a nivel del diseño escénico, que en ciertos momentos se devela como puro recurso, dejando al descubierto su calidad de “tramoya”, y que en otros momentos dialoga con la imagen audiovisual que complementa el espacio físico. Es justamente en el uso del recurso audiovisual en donde la propuesta de Krebs alcanza su nivel más alto de complejidad, pues es mediante el video que, como espectadores, en ciertos momentos se nos rompe el esquema mental que hemos construido a partir de la obra: los videos nos muestran que lo que creíamos verdadero (curiosamente basándonos en la ficción que nos propone la escena), es también puesto en entredicho. La historia de amor (torpe, enfermizo de los dos personajes) se revela, además de disfuncional, como cuestionable, como una gran mentira: los recuerdos de los personajes, su historia, el teatro mismo quedan en entredicho y en su lugar se instala un gran signo de interrogación.
A pesar de una solución final poco fina, más bien inverosímil, la obra de Krebs encuentra muchos puntos altos, principalmente en la calidad de sus actores, una lúcida construcción dramática, bastante humor y sobre todo porque logra que el espectador reaccione, para bien o para mal, frente a la gran mentira que es el teatro». Fabián Escalona. Sangría. 23 de agosto de 2012.
Compañía Colectivo a Martillazos
Basado en textos de Tennessee Williams, Heiner Müller, Patrick Marber y Francisco Krebs
Elenco Loreto Lustig, Francisco Díaz
Dramaturgia y dirección Francisco Krebs
Diseño y realización audiovisual Andrés Lagos
Diseño espacial e iluminación Juanita Needham
Gráfica y registro fotográfico Andrés Lagos
Vestuario Vesna Beros, “DeLourdes”
Asistentes escénicos Abel Abarca y Rodrigo Calderón
Operadores técnicos Gabriel Meza, Cristobal Goldsack
Producción Maqui Producciones
Prensa Marietta Santi
Estreno Agosto 2012, Teatro Universidad Finis Terrae
Duración 1 hora 5 minutos
Photo: Andrés Lagos
CHILE
Company Colectivo a Martillazos
Written and directed by Francisco Krebs
A man and a woman appear to be happy on the rooftops of Santiago, recreating the vignettes of the American cinema. Francisco Krebs takes inspiration from texts by Tennessee Williams, Patrick Marber, and Heiner Müller to bring to the stage the deterioration of loving relationships and the problems that the theater is facing.
“The love story (clumsy, a sickness of two people) shows itself to be not only dysfunctional but also questionable, as a great lie: the memories of the two characters, their history, and the theater itself are called into question, and a giant question mark in put in their place”. Sangría.
SYNOPSISDéjate perder, based on texts by Tennessee Williams, Patrick Marber, and Heiner Müller brings two key issues to the stage: the deterioration of loving relationships and the problems that the theater is facing. A man and a woman appear to be happy on the rooftops of Santiago, recreating the vignettes of the American cinema. This is the image with which Déjate perder opens, a piece that flirts with boycotting fiction, showing how the couple play acts to avoid an apparently inevitable breakup. The production puts the glamour of the theater in check, taking its strength from different acting styles, scenery that shows itself to be a falsehood, and a stylish audiovisual design.
Tennessee Williams’ Talk To Me Like the Rain … And Let Me Listen, a fundamental work in American psychological realism, was taken apart in a creative process that appealed to inter-textuality as a means of constructing the work’s definitive writing aesthetic. Even retaining Williams’ basic storyline about the terrible relationship difficulties of a young couple, the script is constantly rerouted in the construction of the production.
Here, over and above Williams’ text, the work takes nourishment from the writing styles of postmodern playwrights like Heiner Müller, Patrick Marber, and Copi, to build its definitive textual narrative in a meeting of texts under director Francisco Krebs.
As a stage and performance piece, Déjate perder based on a creative process that addresses the problem of reconstructing the scene through many layers of acting, in a constant state of tension between the universes of representation and presentation. In this way, both actors and characters in this investigation of their romantic relationship are allowed to interact in accordance with different conventions, languages, or styles of acting, ranging from psychological hyper-realism through the baroque and classical styles to even physical theater.
The moment played out on stage together with the spectator seeks to create a dialogue – often in a state of tension – between the action that takes place and the spatial and temporal ‘now’ shared by the actors and audience, with the different audiovisual projections that are used as another narrative axis of this production. The spectator and actors are situated in the context of a rhizomatic production design in which the different levels of reality/fiction are constantly aligned, set apart, juxtaposed, or superimposed.
Francisco Krebs Brahm in a theater actor and director, and holds an MA from the Pontificia Universidad Católica de Chile (Beca Conicyt). He teaches on acting and movement courses at a number of Chilean universities. He is a founder-member of the Teatro de la Dramaturgia Corporal company, directed by Amílcar Borges, which has spent over 12 years developing major contributions to theoretical and practical research into the relationship with the actor’s body.
As a director, he belongs to the A Martillazos trans-disciplinary art collective, with which group he has created such renowned productions as Eco la sombra del reflejo (Fondart) and Ángel a martillazos (Fondart), with a script by Pablo Paredes. He also created and directed the installation piece Proyecto Diógenes, which was performed at a number of venues in 2010 and 2011. In 2012 he wrote, directed, and created the stop motion short feature El señor Camisa and directed a production of Déjate perder. He is currently working on a new installation titled Azoteas, the renewal of Déjate perder, and writing and directing the stop motion short feature El maquillador de muertos.
A Martillazos defines itself as a trans-disciplinary artistic collection.. During the three years since it was founded, it has created a number of artistic works in different formats and for different exhibition platforms. Installations, videos, theater works, stop motion short features, and photography exhibitions form part of this group’s varied output that, in view of the current state of the art, aims to take its place at the ever-moving limit between the visual arts, the performance arts, and audiovisual art. The group’s creations include stagings of Ángel a martillazos, the installation Proyecto Diógenes – both directed by Francisco Krebs – and Andrés Lagos’ exhibition Domestico. The group’s fifth work is Déjate perder, written and directed by Francisco Krebs, which is the fruit of a theater investigation project in which theoretical study, the creation of texts from within the creative process, and the creation of dialog with audiovisual language form the production’s fundamental axes.
Company Colectivo a Martillazos
Bassed on Tennessee Williams, Heiner Müller, Patrick Marber and Francisco Krebs
Cast Loreto Lustig, Francisco Díaz
Dramaturgy and direction Francisco Krebs
Design and audiovisual realization Andrés Lagos
Spacial design and lightning Juanita Needham
Graphic and photographic register Andrés Lagos
Costumes Vesna Beros, “DeLourdes”
Stage assistants Abel Abarca, Rodrigo Calderón
Technical operators Gabriel Meza, Cristobal Goldsack
Production Maqui Producciones
Press Marietta Santi
Premiere August 2012, Teatro Universidad Finis Terrae
Length 1 hour 5 minutes