TRILOGÍA RADRIGÁN: REDOBLE FÚNEBRE PARA LOBOS Y CORDEROSTRILOGÍA RADRIGÁN: REDOBLE FÚNEBRE PARA LOBOS Y CORDEROS
CHILE
Compañía Teatro UC, Proyecto Antártica
Dramaturgia Juan Radrigán
Dirección Rodrigo Bazaes
Pieza clave del teatro popular chileno. La compañía El Telón, fundada por el autor Juan Radrigán, la estrenó en 1981. Esta trilogía formada por Isabel desterrada en Isabel (con Solange Lackington), Sin motivo aparente (Néstor Cantillana) y El invitado (Mario Soto y Manuela Oyarzún) da voz a los miserables, profundizando en la inexistencia de oportunidades y el dolor de la soledad extrema.
«El autor nunca ha sido dado a la complacencia en sus textos y de ahí que desarma a los espectadores. El desamparo acá es progresivamente iluminado con la mezcla de colores que Bazaes, cual pintor en su atelier, despliega para conformar un relato en el que nunca dejamos de estar inmersos». La Pollera.
RESEÑATrilogía Radrigán: Redoble fúnebre para lobos y corderos incluye los monólogos Isabel desterrada en Isabel (protagonizada por Solange Lackington), Sin motivo aparente (actuado por Néstor Cantillana) y el diálogo El invitado (con Mario Soto y Manuela Oyarzún). Esta pieza clave del teatro popular de los años ‘80, Redoble fúnebre para lobos y corderos fue estrenada en 1981 a cargo de la compañía fundada por el dramaturgo Juan Radrigán, El Telón.
Como en la mayoría de los textos del dramaturgo, esta trilogía da voz a los miserables y profundiza en la inexistencia de oportunidades y del dolor de la soledad extrema. A más de 30 años de su escritura, la obra permite al público reencontrarse con el Radrigán del primer período y preguntarse por la madurez de los problemas sociales, políticos y morales que su dramaturgia señaló entonces. Así, la obra establece un balance con el Chile actual y propone la vigencia de algunos asuntos pendientes o aparentemente insolubles.
En El invitado, Sara y Pedro son un matrimonio humilde. La presencia invisible de un personaje nombrado como El invitado gravita en sus vidas como el responsable de la miseria.
En Sin motivo aparente, Pedro García le habla a un hoyo profundo. Lo que está ahí es un hombre muerto que él mismo ha matado para vengar la muerte de su amigo.
Isabel desterrada en Isabel muestra a una Isabel que ama a Aliro, que ahora está desaparecido, preso, muerto, no se sabe. Lo busca, lo llama, mientras le cuenta a un plumero su soledad, su angustia, su tristeza actual.
Rodrigo Bazaes es un multifacético, prolífico y destacado creador formado en las artes escénicas, con una importante trayectoria como diseñador teatral y director de arte para cine. Es Licenciado en Artes de la Universidad de Chile. Ha sido profesor de esa casa de estudios y de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Desde el original y precursor diseño escénico para La misión de Heiner Müller, ha desarrollando una larga lista de recordados trabajos, acompañando a variados autores y directores, instituciones y compañías independientes: Casa de luna (Alfredo Castro), Fantasmas borrachos (Rodrigo Pérez), Gemelos (La Troppa), Brunch (Ramón Griffero), Digo siempre adiós y me quedo (Rodrigo Pérez), Infamante Electra (Raúl Ruiz), entre otros. Con la dirección de arte de Sin sangre (Teatro Cinema), trabajo que funde diseño teatral y cine, comienza una pausa en su intensa etapa de creación visual en el teatro.
En el área audiovisual estuvo a cargo de la dirección de arte de Machuca, Los 80, La buena vida (Goya a la mejor película iberoamericana 2010) y Violeta se fue a los cielos (Gran Premio de Sundance 2012), siendo además co-guionista de estas dos últimas películas.
Desde el estreno de las obras Pelo negro boca arriba, Antártica y Trilogía Radrigán: Redoble fúnebre para lobos y corderos, se concentra en desarrollar su interés por la autoría y la dirección escénica siendo integrante cofundador de la agrupación artística Proyecto Antártica.
Juan Radrigán nace en 1937. Escritor autodidacta, es considerado uno de los dramaturgos vivos más importantes de Chile. Concretando la idea de un teatro popular, formó en la década de los ‘80 la compañía El Telón con la que presentaban sus obras en poblaciones.
Dentro de sus obras estrenadas destacan Hechos consumados (1982), Las brutas (1983), El toro por las astas (1983), El loco y la triste (1985), La contienda humana (1987), Balada de los condenados a soñar (1988), Piedra de escándalo (1989), Islas del porfiado amor (1990), El encuentramiento, ópera (1997), Parábola de los fantasmas borrachos (1998), Perra celestial (1999), Medea mapuche (2000), El exilio de la mujer desnuda (2001), Digo siempre adiós, y me quedo, Esperpentos rabiosamente inmortales (2002), La negra, Dios y la farsa (2003), Beckett y Godot (2004), Qué tiempos aquellos. Fanta y Romo (2005), Diatriba de la empecinada (2006), El invitado (2006), Clausurado por ausencia (2007), Sin motivo aparente (2008) y Amores de cantina (2010). Sus obras e han montado en Francia, Bélgica, Holanda, Suecia, Alemania, Luxemburgo, Dinamarca, Inglaterra, Escocia, España, Suiza, Italia, Perú, Ecuador, Colombia y Costa Rica.
Entre sus distinciones se cuentan Mejor Obra Chilena por Hechos consumados (1981), Premio círculo de críticos de arte por El toro por las astas (1982), Premio municipal de teatro por El toro por las astas (1983), Premio Apes por Fantasmas borrachos (1997), Premio José Martínez Nuez por Fantasmas borrachos (1999), Premio Apes por Hechos consumados (1999), Premio Municipal de Teatro por El exilio de la mujer desnuda (2002), Premio Agustín Siré por su trayectoria dramática, Academia de Bellas Artes (2002), Premio Altazor por Beckett y Godot (2005), y Premio Nacional de Artes de la Representación (2011).
Fundado en 1943 y establecido desde los años ’70 en el corazón de Plaza Ñuñoa, el Teatro de la Universidad Católica es uno de los teatros estables más importantes de Chile, posicionándose también como productor de sus propias obras. Hasta la fecha ha producido y acogido más de 200 estrenos. Como iniciativa del Teatro UC, el montaje de Trilogía Radrigán: Redoble fúnebre para lobos y corderos fue encargado a Rodrigo Bazaes, cofundador de la agrupación artística Proyecto Antártica, compuesta por Katy Cabezas, Cristián Reyes, Marcello Martínez y Bazaes, quienes acompañados de distintos colaboradores y elencos, crean a partir de laboratorios escénicos y dramatúrgicos.
«(…) El montaje como unidad es una especie de matrioshka en el que surgen tres montajes en sí mismos articulados por una puesta en escena que, a mi juicio, posee una base dramatúrgica que se enlaza coherentemente con el Redoble que Radrigán estrenó, por primera vez, en 1981 con la compañía El Telón.
El invitado, Sin motivo aparente e Isabel desterrada en Isabel son los títulos que componen esta trilogía y que, tal como recuerda el actor Pepe Herrera, integrante fundacional de El Telón, fueron montadas con el temor de morir mañana. Hoy los actores que dan vida a Pedro (Mario Soto) y Sara (Manuela Oyarzún) de El invitado, Pedro García (Néstor Cantillana) de Sin motivo aparente e Isabel (Solange Lackington), no actúan con la amenaza de las balas acechando en las esquinas, aunque sí mueren en escena porque el texto es letal siempre. En ese desfallecer vemos la solidez de una puesta que se va abriendo paulatinamente, mostrándonos no sólo el Chile de los 80, presente de un modo implacable en las tres obras, sino que también el de hoy… especialmente la ciudad como espacio que se fue construyendo sobre las tristezas e injusticias de hombres y mujeres que fueron asesinados, desterrados o hechos desaparecer… He ahí el heroico paraje de edificios monumentales, que vemos todos los días, un territorio que algunos admiran por su rasgos modernos, que nos habla de un país en el que fueron borrados los nombres, las calles, los hechos, los crímenes… Cómo finalmente pasamos de las ausencias que dejó un invitado o convidado de piedra a un redoble de ausencias que se va replicando entre las calles por donde deambula Isabel (una entrañable Solange Lackington), cuya dignidad brilla como el sol que no existe para Pedro y Sara.
Otra frase de Radrigán se instaló en mi retina cuando asistí a esta tríada del ser humano: “estamos llenos de solos”… Se la escuché cuando conversamos el año pasado acerca de su obra Amores de cantina y otros textos en los que, presumo, ya tiene bastante avanzado. Aunque acá la soledad tiene otros matices, no es ni oscura ni lastimera ni autocomplaciente, por el contrario. Sabido es que el autor nunca ha sido dado a la complacencia en sus textos y de ahí que desarma a los espectadores. El desamparo acá es progresivamente iluminado con la mezcla de colores que Bazaes, cual pintor en su atelier, despliega para conformar un relato en el que nunca dejamos de estar inmersos. Las transiciones entre una y otra obra se articulan sobrias y precisas (no relataré el detalle de ellas)… donde nada fue puesto al azar, ni siquiera el tema Debes saber de Charles Aznavour.
Recomiendo ver este montaje, uno de las mejores de la actual temporada. Creo firmemente en la vigencia y universalidad de los textos de Juan Radrigán, razón sustantiva para ver también El loco y la triste en el Teatro Nacional. En el caso particular de este trabajo, producido por el Teatro UC, Verónica Tapia y la Agrupación Proyecto Antártica, estamos frente a una creación donde la dramaturgia traspasa al texto y se cuela armónicamente en la composición de toda una puesta en escena». Claudio Garvizo. La Pollera. 8 de junio de 2012.
«En este montaje que dirige Rodrigo Bazaes, el primero con una obra que no es de su autoría, resalta la escritura de los comienzos de Juan Radrigán (1937), en la década de los ’80. Material y metafórica, constructora de ambientes que se mueven entre lo sórdido, lo oscuro, lo humano y lo vital, pero con enlaces directos con la realidad. Y es lo que importa, incluso más allá de algunos problemas que se advierten y de las opciones teatrales que se utilizaron.
Redoble fúnebre para lobos y corderos es un montaje profesional de calidad que hay que ver. No sólo para rendir homenaje al autor, Premio Nacional de Artes de la Representación 2011, que se lo merece, sino porque evoca el teatro popular de trinchera que Radrigán realizó (hay quienes recuerdan que en 1980 esta obra se exhibía en parroquias y otros escasos lugares solidarios que acogían a su compañía El Telón). Y también porque la voz dramatúrgica de Radrigán estaba en pleno proceso de desarrollo hasta instalarse como la principal de nuestros días, con su fuerza poética y apelación a los personajes despreciados por la sociedad.
Son 3 obras breves en una, cada una con vida independiente (las 3 han subido muchas veces al escenario de manera autónoma), por lo que tal vez resulte válido buscar algo que explique por qué el autor las concibió como una sola. El punto común parece ser el mundo exterior y cómo frente a esta referencia se comportan y relacionan una pareja y dos individuos. El afuera se advierte como una mole, una entidad inevitable e irreversible que influye en estas tres historias que equivalen a sendas situaciones de vida, momentos al borde de lo increíble.
En El invitado, interpretado por Manuela Oyarzún y Mario Soto, una pareja palpita algunos altibajos de la vida matrimonial, con la cesantía como fiero cuchillo al cuello. En su ruca no están solos: un extraño que nunca se ve, habita un rincón de la casucha. Su presencia modifica la vida de los pobladores. Aquí, el afuera que vigila está dentro de la casa, los mantiene en la miseria y ni siquiera les deja espacio para la intimidad debajo de una mesa. Mirado con los ojos de hoy, representa un sistema que ha cambiado en lo formal, pero que sigue poniendo en peligro la libertad y la dignidad de las personas.
Néstor Cantillana interpreta el unipersonal Sin motivo aparente. Una reflexión en un sitio abandonado, con la borrachera y el delirio en primer plano, cuando un hombre lanza su discurso dirigiéndose al fondo de un hoyo que el mismo parece haber excavado. Habla de amistad, honor, venganza y muerte. Y describe un universo que excede su propia individualidad. En su conversación no hay futuro e, incluso, el pasado se diluye. Está solo y presente a partir de una decisión que tomó en medio de la desesperanza, cuyo resultado está en el fondo del hoyo. Gran interpretación de Cantillana.
En la tercera obra, Isabel desterrada en Isabel, interpretada por Solange Lackington, la protagonista se llena de ciudad mientras recorre las calles arrastrando su pasado y los desechos que va recogiendo. Conversadora, encuentra en un estropeado plumero el interlocutor para sus desdichas (en el original es un tarro de basura). Añora, recuerda, clama por un hombre que la amaba y ella ama todavía. Y que está desaparecido.
El director acierta en buscar que el texto resuene a pleno pulmón, por lo que utiliza elementos escenográficos, de iluminación y vestuario sutiles (un decorado, una pala, un fondo rojo que contrasta). A veces el susurro actoral se hace ininteligible y la sobriedad actoral en momentos aplana la interpretación. Pero nada de esto impide conectarse con la vigencia y actualidad de Juan Radrigán». Leopoldo Pulgar. La Nación. 8 de mayo de 2012.
Compañía Teatro UC y Proyecto Antártica
Dramaturgia Juan Radrigán
Puesta en escena Rodrigo Bazaes
Elenco Solange Lackington, Manuela Oyarzún, Néstor Cantillana y Mario Soto
Asistente de dirección Katy Cabezas
Escenografía e iluminación Cristián Reyes
Música Marcello Martínez
Intérpretes musicales Leonardo Arias y Gustavo Salfate
Diseño de vestuario Loreto Martínez
Confección de vestuario Sergio Aravena
Fotografía pieza gráfica Diego Nawrath
Ilustración pieza gráfica Pablo de la Fuente
Diseño piezas gráficas Gerardo Rivera
Fotografía montaje Isabel desterrada en Isabel Cristián Matta
Fotografía puesta en escena Quetzal Sáez
Asistente de producción Santiago Rodríguez
Producción general Verónica Tapia, Teatro UC y Agrupación Proyecto Antártica
Estreno Abril 2012, Teatro Universidad Católica
Duración 2 horas
Photo: UC Press
CHILE
Company Teatro UC and Proyecto Antártica
Playwright Juan Radrigán
Directed by Rodrigo Bazaes
A keystone of Chilean popular theater. The El Telón company, founded by writer Juan Radrigán, premiered this work in 1981. The trilogy of Isabel desterrada en Isabel (with Solange Lackington), Sin motivo aparente (Néstor Cantillana) and El invitado (Mario Soto and Manuela Oyarzún) gives voice to the wretched, going into the inexistence of opportunities and the pain of extreme loneliness.
“The writer has never been given over to pleasing audiences with his works, taking the audience apart. Here, ever more light is shed on the neglect, with the mix of colors that Bazaes, a painter in his studio, calls upon to tell a tale that keeps us enraptured through to the very end”. La Pollera.
SYNOPSISTrilogía Radrigán: Redoble fúnebre para lobos y corderos includes the monologs Isabel desterrada en Isabel (starring Solange Lackington), Sin motivo aparente (played by Néstor Cantillana) and the dialog El invitado (with Mario Soto and Manuela Oyarzún). This keystone in 1980s popular theater, Redoble fúnebre para lobos y corderos was premiered in 1981 by the company that was founded by playwright Juan Radrigán, El Telón.
As with most of his texts, in this trilogy Radrigán gives voice to the wretched and throws light upon the inexistence of opportunities and the pain of extreme loneliness. More than 30 years after its premiere, the work allows the audience to rediscover Radrigán’s early works, and to marvel at the maturity of the social, political, and moral problems that the writer was tacking at that point in his life. The work thus strikes a balance with modern-day Chile, and suggests that some of the issues that required attention then or appeared insoluble remain much as they were to this day.
In El invitado (The Guest), Sara and Pedro are a humble married couple. In invisible presence of the character known as The Guest becomes ever more clearly the cause of their misery.
In Sin motivo aparente (With No Apparent Motive), Pedro García speaks into a deep pit. At the bottom lies a corpse, dead by the protagonist’s hand to avenge the death of his friend.
Isabel desterrada en Isabel (Isabel Banished in Isabel) shows one Isabel who loves Aliro, who has since disappeared – arrested, dead, nobody knows. She searches for him, calls for him, as she tells a feather duster of her loneliness, her anguish, her sadness.
Rodrigo Bazaes is a multifaceted, prolific, and renowned creative figure, trained in the performing arts and with a track record as a cinema art director and visual designer for the theater. He holds an art degree from the Universidad de Chile; he has also taught there, and at the Pontificia Universidad Católica de Chile.
Since his original design for Heiner Müller’s The Mission, he had chalked up a long list of well-received works, alongside a variety of independent companies, institutions, directors, and writers: Casa de luna (Alfredo Castro), Fantasmas borrachos (Rodrigo Pérez), Gemelos (La Troppa), Brunch (Ramón Griffero), Digo siempre adiós y me quedo (Rodrigo Pérez), Infamante Electra (Raúl Ruiz), and many more. As the art director of Sin sangre (Teatro Cinema), a work that melds theater and film design, he launched himself into a hiatus from his presence as a designer for the stage.
In the audiovisual field, he was in charge of art directing for Machuca, Los 80, La buena vida (Goya for the best Ibero-American film, 2010) and Violeta Went to Heaven (2012 Sundance World Cinema Dramatic Jury Prize) – he was also a co-writer on these latter two films.
Since the premiere of Pelo negro boca arriba, Antártica and Trilogía Radrigán: Redoble fúnebre para lobos y corderos, he has been concentrating on developing his interest in writing and directing, as a founding member of the Proyecto Antártica art group.
Founded in 1943, and occupying its current premises in the Plaza Ñuñoa since the 1970s, Teatro de la Universidad Católica is one of Chile’s leading stable theater companies, also producing its own works. To date, it has presented over 200 premieres. As a Teatro UC initiative, the staging of Trilogía Radrigán: Redoble fúnebre para lobos y corderos was given to director Rodrigo Bazaes, a founding member of the Proyecto Antártica art group, which brings together Katy Cabezas, Cristián Reyes, Marcello Martínez and Bazaes – working with collaborators and varied casts, they build their productions from drama and theater laboratories.
Company Teatro UC and Proyecto Antártica
Dramaturgy Juan Radrigán
Staging Rodrigo Bazaes
Cast Solange Lackington, Manuela Oyarzún, Néstor Cantillana and Mario Soto
Direction assistant Katy Cabezas
Scenography and lightning Cristián Reyes
Music Marcello Martínez
Musicians Leonardo Arias y Gustavo Salfate
Costume design Loreto Martínez
Dressmaking Sergio Aravena
Graphic piece photography Diego Nawrath
Graphic piece ilustration Pablo de la Fuente
Graphic pieces design Gerardo Rivera
Photography of the play Isabel desterrada en Isabel Cristián Matta
Staging photography Quetzal Sáez
Production assistant Santiago Rodríguez
General production Verónica Tapia, Teatro UC and Agrupación Proyecto Antártica
Premiere April 2012, Teatro Universidad Católica
Length 2 hours